Nunca he sido una gran fan de la fantasía. No es que la desprecie, pero rara vez me atrae de inmediato. Sin embargo, este mes, en el club de lectura que gestiono, decidimos leer el libro recomendado La casa del mar más azul de TJ Klune. Acepté el reto con cierto recelo, pero también con curiosidad. Hacía años que no me sumergía en un mundo mágico, y esta fue la excusa perfecta para darle otra oportunidad al género. Para mi sorpresa, terminé redescubriendo razones muy sólidas por las que leer una novela de fantasía es una experiencia increíblemente valiosa.
1. La fantasía nos da un respiro del mundo real
Vivimos en una época en la que las noticias parecen traer más estrés que alivio. Los problemas del día a día pueden ser agotadores, y la fantasía nos ofrece un refugio. En La casa del mar más azul, la historia se desarrolla en un entorno casi onírico, donde las normas de la realidad se desdibujan y lo imposible se convierte en cotidiano. Esta capacidad de evadirnos sin salir de casa es un regalo que pocos géneros ofrecen con tanta intensidad.
2. Nos enseña a ver el mundo con otros ojos
Leer fantasía no solo implica escapar de la realidad, sino también reinterpretarla. Aunque los escenarios sean ficticios y las reglas diferentes, las novelas fantásticas suelen abordar problemas humanos muy reales: la discriminación, la soledad, el sentido de pertenencia. La historia de Linus Baker en La casa del mar más azul nos enfrenta a prejuicios y nos recuerda la importancia de mirar más allá de lo evidente. Un mundo con criaturas mágicas puede parecer lejano, pero los conflictos que se narran en él reflejan los mismos dilemas que enfrentamos día a día.
3. Estimula la imaginación y la creatividad
Uno de los aspectos más fascinantes de la fantasía es su capacidad para expandir nuestra imaginación. Leer sobre islas misteriosas, seres mágicos o sistemas de magia bien elaborados nos obliga a visualizar cosas que nunca hemos visto. Nuestro cerebro se ejercita al tratar de entender nuevas reglas y concebir mundos completamente distintos al nuestro. Este tipo de pensamiento creativo no solo es útil para disfrutar de una historia, sino que también tiene aplicaciones en la vida real: resolver problemas, innovar en nuestro trabajo o simplemente pensar fuera de lo convencional.
4. Nos ayuda a desarrollar empatía
En mi experiencia con la fantasía, siempre me ha sorprendido la profundidad de sus personajes. En La casa del mar más azul, conocemos a niños con habilidades extraordinarias que son marginados por la sociedad. A través de ellos, la novela nos invita a comprender el miedo, la aceptación y la lucha por la identidad. Leer sobre personajes que viven experiencias tan distintas a las nuestras nos permite ejercitar la empatía de una manera profunda. Cuando nos ponemos en la piel de un personaje que enfrenta injusticias, aunque sea en un mundo ficticio, ampliamos nuestra capacidad para comprender a quienes nos rodean en la vida real.
5. Nos devuelve la capacidad de asombro
Cuando somos niños, todo nos maravilla. Pero a medida que crecemos, esa sensación se va desvaneciendo. La fantasía tiene el poder de devolvernos esa capacidad de asombro. En este tipo de historias, lo inesperado es la norma, lo mágico es cotidiano, y cada página puede traer algo completamente nuevo. Volver a sentir ese asombro es una de las razones por las que me alegro de haber retomado este género.
6. Ofrece mensajes profundos disfrazados de magia
Algunos desestiman la fantasía por considerarla escapista o infantil, pero muchas de las grandes enseñanzas de la literatura vienen de este género. Tolkien, Le Guin, Gaiman y tantos otros han usado la fantasía para explorar temas filosóficos, políticos y sociales de gran profundidad. La casa del mar más azul habla sobre la familia, la aceptación y la importancia de cuestionar lo establecido. Detrás de la historia de Linus y los niños mágicos, hay una reflexión poderosa sobre el amor y la diferencia.
7. Puede ser un punto de entrada a la lectura
Muchos lectores comienzan su amor por los libros con la fantasía. Las historias envolventes y los mundos vibrantes pueden ser el gancho perfecto para quien no ha encontrado aún el placer de la lectura. En mi club de lectura, algunos miembros confesaron que no solían leer mucho, pero este libro los atrapó desde el principio. La fantasía tiene esa capacidad de convertir la lectura en una experiencia inmersiva y emocionante, algo que otros géneros a veces no logran con la misma facilidad.
8. Nos recuerda que la esperanza es posible
Uno de los aspectos más reconfortantes de la fantasía es su capacidad para mostrar que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay luz. A diferencia de otros géneros más realistas, en la fantasía el bien suele triunfar, los personajes crecen y el mundo, por caótico que sea, tiene un sentido. En tiempos difíciles, esto puede ser una bocanada de aire fresco. La casa del mar más azul me dejó con la sensación de que la bondad y la comprensión pueden cambiarlo todo, un mensaje que nunca está de más recordar.
Después de esta experiencia, no puedo decir que la fantasía se haya convertido en mi género favorito, pero sí puedo afirmar que volveré a leerla más a menudo. La casa del mar más azul me recordó que la magia no está solo en los libros, sino también en la forma en que nos transforman. A veces, salir de nuestra zona de confort literaria es lo mejor que podemos hacer para descubrir nuevas formas de ver el mundo. Y si hay algo que este género enseña, es que lo inesperado puede ser maravilloso.